lunes, 26 de mayo de 2014


ORTEGA Y GASSET
El hombre, a diferencia del resto de los seres vivos, no tiene una naturaleza fijada. Mientras el tigre es siempre tigre, intercambiable por cualquier otro, el hombre no es siempre hombre de la misma manera. 
En esto consiste el que el hombre sea libre. Libertad implica una elección forzosa entre las posibilidades. Por lo tanto, sólo podremos entender algo de la vida humana si comprendemos la historia en la que está inmerso; pues, si el hombre no está sujeto por su instinto como animal, sí lo está en cambio (y dentro de ciertos límites) por su circunstancia histórica.
Frente al realismo que privilegia la cosa en sí, o al idealismo que privilegia la conciencia, Ortega intenta una nueva actitud que no presuponga esta escisión. Esta nueva actitud queda formulada en la expresión "Yo soy yo y mi circunstancia". "Circunstancia" es el mundo en el que vivo en tanto que me constituye, pero al mismo tiempo dicho mundo sólo es tal para mí. 
El yo y la circunstancia, no son por tanto, separables. No se puede indicar dónde acaba el mundo y dónde empieza el yo. A esta relación inicial yo-mundo, la llama también vida, en tanto que vivir es tratar con el mundo, actuar en él, ocuparse de él. Esta relación inicial es la realidad radical, el tipo de realidad a partir del cual se fundamentan todas las demás. 

A partir de ahí Ortega intenta hacer explícitas las "categorías" de la razón vital que han de sustituir a las meras categorías del entendimiento, de la razón pura
Las categorías de la vida, aquéllas que estructuran la vida humana y que permiten explicarla, son: 
1. Encontrarse: la vida humana es, de entrada un "estar ahí". 
2. Ocuparse: el hombre, como ya hemos indicado, es acción, drama. Esta acción se da en una relación yo-mundo.  Lo contrario del ocuparse es la "despreocupación", el dejarse arrastrar, entregarse a las costumbres (que es también una forma de ocuparse).
3. Perspectiva: mi vida es relación particular con el mundo.
4. Libertad y proyecto: la libertad da un carácter problemático a mi vida. La vida no es una realidad acabada, es algo que tengo que hacer. Puesto que el hombre es forzadamente libre, el mundo está abierto a múltiples posibilidades. 
5. Circunstancia: pero aunque el hombre es libre, su libertad no es pura indeterminación, pues el hombre no es una pura conciencia, sino una conciencia determinada por las circunstancias que le imponen una determinación relativa a su libertad, y que le dan un sustrato a ésta sobre el que ejercerse. 
6. Temporalidad: la vida es proyecto, futurización. El ser es dinámico, está en movimiento continuo. Esta categoría hace a la vida radicalmente histórica.


No hay comentarios:

Publicar un comentario