PRESOCRÁTICOS
1.
El origen de la Filosofía: Del Mito al Logos.
1.1. Caracteres de la cultura Griega en el siglo VII a. C
La Filosofía
surgió en Grecia, a finales del siglo VII a. C, en las colonias que los griegos
tenían en Asia Menor, concretamente, en la llamada región de Jonia, en el Oeste
de la actual Turquía. Por supuesto, otras culturas – Persia, Babilonia o
Egipto- también se plantearon preguntas acerca del origen de la realidad, pero
sus respuestas fueron de carácter mítico, en ningún caso llegaron a una
filosofía en sentido estricto.
El mito,
en cuanto narración de la creación del mundo, adquiere la forma literaria de Cosmogonía
y Teogonía. A pesar de la gran variedad de mitos, existen
en todos ellos unos temas característicos y constantes:
La
cuestión de qué es el hombre, y cuál es su origen.
El
por qué de la vida y de la muerte.
La
cuestión del origen del mundo y de la sociedad.
En el mundo
griego clásico, desde Hesíodo y Homero, contaban con este tipo de mitos, pero,
a diferencia de otras culturas, en Grecia no había Libros Sagrados.
Los motivos
por los que la cultura griega fue capaz de superar estos mitos y
dar respuesta a las grandes cuestiones del hombre desde el logos, desde
la filosofía, fueron los siguientes:
1º. La magnífica situación geográfica de
Grecia, que la convierte en puente entre Oriente y Occidente. Además, esta
situación privilegiada posibilitó los progresos en la navegación, y con ello el
auge del comercio y el consiguiente diálogo entre culturas.
2º. Factores de tipo político.
El proceso histórico de la constitución de la Polis griega, el llamado “paso
del etnos a la Polis” como elemento determinante de aparición de la
racionalidad.
3º. Hay factores de tipo socioeconómico.
La expansión de los griegos (Jonios), con la adquisición de nuevas colonias,
trajo riqueza y abundancia. Esta riqueza estaba basada en la esclavitud, lo que
permitía además el ocio para la contemplación y el diálogo para los llamados
hombres libres.
La expansión
territorial y económica que trae consigo la expansión colonial, especialmente
las de Asia Menor (Jonia) y la del Sur de Italia (Magna Grecia), tiene como
consecuencia:
La
consolidación de la polis.
La
imposición del comercio con las colonias.
Y,
sobre todo, la aparición de la Moneda. En efecto, la moneda va a
propiciar y potenciar uno de los rasgos fundamentales que va a caracterizar al logos
o razón: su carácter de representación universal. La moneda es un principio
de inteligibilidad abstracto que permite homogenizar toda la multiplicidad de
lo real bajo una medida universal.
4º. La religión Griega no va a
suponer ningún tipo de obstáculo para el desarrollo de la filosofía. En efecto,
la religión griega, a diferencia de las culturas y civilizaciones más próximas,
tiene unas características muy peculiares: Es una religión que no tenía una
casta sacerdotal estable que garantizara y mantuviese una ortodoxia doctrinal,
además de carecer de Libros Sagrados, como hemos dicho.
5º. Son Homero y Hesíodo quienes
marcan profundamente el espíritu griego. Sus obras, recreación de tradiciones
populares, van a configurar una religión o mitología Olímpica que va e ser un
elemento central en la paideia de los griegos. Además estos autores
establecerán una serie de conceptos guía (moira, daimon, areté)
que facilitarán la aparición de un pensar propiamente filosófico.
6º. La adopción de la variante fenicia del alfabeto
semítico (S. IX a. C) por parte de los griegos, inaugura lo que se
denomina la escritura fonética, la cual permitía escribir tal como se hablaba,
a diferencia de la jeroglífica (egipcia) o cuneiforme (babilónica). Esta
escritura fonética supuso:
La democratización
de la escritura: la escritura pertenece y se hace asequible a todos.
Hay que tener en cuenta que la antigua escritura silábica era criptográfica y
secreta, para uso exclusivo de escribas y sacerdotes.
La
nueva escritura permite una mayor difusión de las ideas.
7º. La incorporación a la lengua griega del artículo
neutro “to” (lo): lo que va a permitir la sustantivación de cualidades
o atributos, facilitando a su vez la abstracción. Se pasa del pensamiento concreto
al pensamiento abstracto.
1.2. Diferencias entre mito y logos.
En tiempos
pasados se pensaba que entre mito y logos existía una discontinuidad
irreductible, sin embargo la filosofía contemporánea valora cada vez
más el pensamiento mítico. Así, va a considerar a los mitos no como una
narración absurda y sin sentido, sino como la antesala de la propia
racionalidad, como un horizonte racional embrionario.
Desde el origen
de la filosofía, el esfuerzo de los primeros filósofos consistió
en reinterpretar las visiones o narraciones míticas que existían sobre la
naturaleza y acerca del hombre, llevándolas a un nivel de pensamiento más abstracto
y más racional. Por tanto las preguntas y los primeros balbuceos del pensar
racional fueron los mismos que aparecen en las narraciones míticas. La
diferencia entre mito y razón no se encuentra en el tipo de preguntas, sino en
el tipo de respuestas a esas preguntas. Las diferencias y similitudes entre
ambas explicaciones son las siguientes:
1º. Tanto la explicación mítica como la
racional son narraciones. Pero la narración mítica explica
los fenómenos naturales haciéndolos depender de la voluntad de unas
divinidades. Los Dioses adquieren forma humana, es decir, actúan por
motivaciones humanas. Los fenómenos naturales se explican antropomórficamente:
las narraciones míticas personifican y divinizan las fuerzas de la naturaleza.
En la explicación mítica los fenómenos de la naturaleza son a la vez realidades
físicas y manifestaciones de poderes divinos, que dependen de la voluntad de
dioses o entidades sobrenaturales. En la explicación racional los
fenómenos naturales quedan despojados de cualquier interpretación sobrenatural.
2º. En el mito la dependencia de los fenómenos
naturales de la voluntad de lo divino hace que queden sometidos a la arbitrariedad
e imprevisibilidad. Es imposible un conocimiento predictivo de la
naturaleza. El logos busca “lo necesario” y no cae en la
arbitrariedad del mito.
3º. En el mito como en el logos se nos
presenta una explicación totalizadora de la realidad, es decir
ambos intentan abarcar la totalidad de lo real al margen de las diferencias.
4º. Otra diferencia entre ambas explicaciones está en que,
mientras la explicación racional busca leyes y reglas que
permitan hacer predicciones, en la explicación mítica la realidad está en manos
del capricho de divinidades que personifican las fuerzas de la
naturaleza. Por tanto, para la explicación racional no existe otra realidad que
la propia naturaleza, estando la causa de los fenómenos en la misma naturaleza,
no en fuerzas sobrenaturales. La explicación racional es una explicación de
carácter inmanente.
Características
del mito
|
Características
del logos o razón
|
|
Similitudes
|
Narración
sobre: - Fenómenos de la Naturaleza.
- Condición
humana.
Explicación
totalizadora de la realidad.
|
|
Diferencias
|
Lenguaje
simbólico, metafórico.
Connotativo.
|
Lenguaje
conceptual.
Denotativo.
|
Arbitrariedad
en los fenómenos de la Naturaleza.
|
Necesidad en
los fenómenos de la naturaleza. Los fenómenos están sujetos a leyes y reglas.
Se pueden
predecir fenómenos
|
|
Antropomorfismo.
|
La
explicación de los fenómenos de la Naturaleza está en la misma naturaleza.
|
1.3
El concepto de naturaleza –physis- en la filosofía presocrática.
El centro
de interés de la filosofía presocrática será la pregunta por la physis,
la pregunta por la naturaleza, por sus cambios y su multiplicidad. A su vez, la
pregunta por la physis va a converger en la pregunta por el principio de todas
las cosas, es decir, en la pregunta por el arché.
La naturaleza,
para los primeros filósofos y para los griegos en general, hay que entenderla,
en un triple sentido:
1º. La physis como “totalidad”:
la naturaleza es todo cuanto hay, es la única realidad. Además, y este es lo
importante, la totalidad de las cosas está sometida a una ley, a un orden,
a un conjunto de leyes que rigen su funcionamiento. Es decir, el concepto de
naturaleza está vinculado al concepto de necesidad, al concepto
de logos, lo que la convierte en un todo ordenado, en un cosmos y
no es un caos.
2º. La physis como “sustrato”
o esencia: la naturaleza es lo que permanece más allá de los
cambios, es decir, es el “sustrato común” de las cosas. Además, este sustrato
es también la causa del cambio y las diferencias, porque la
naturaleza también es proceso, es un hacerse.
3º. La physis como “hacerse”,
como fidei. El término physis viene del verbo griego en
infinitivo fidei que significa “hacer”, “crecer”, “desarrollarse”,
“salir fuera”. Es decir, la naturaleza aparece como una fuerza interna que
impulsa a crecer y a desarrollarse: es principio rector que
impulsa los cambios, ley interna que rige las cosas.
Por tanto,
en este sentido, cabe destacar la correspondencia entre el
término physis y el término logos: la razón que
forma parte del orden natural puede conocer la ley interna que rige el cambio y
la multiplicidad. Este orden natural es teleológico, es decir, la
naturaleza se mueve por fines. Los primeros filósofos
presocráticos entienden la naturaleza como un organismo, no como
un mecanismo (el mecanicismo no será inaugurado hasta los pluralistas: en el
mecanicismo no existen fines)
El logos
se opone al conocimiento meramente sensible o de los sentidos:
Sentidos
|
Logos
(razón)
|
Lo que cambia
|
Lo que
permanece (sustancia)
|
Lo múltiple
|
Lo Uno
|
La apariencia
|
Lo que las
cosas “son” (esencia)
|
Lo que sólo
nos aporta opinión (doxa)
|
Lo que nos
permite la ciencia (episteme)
|
1.4. La búsqueda del arché.
La pregunta por la “totalidad” de lo real, es decir,
la pregunta por la physis, va a llevar a los primeros filósofos
presocráticos a la pregunta radical por el principio último y originario
de todo: la pregunta por el arché. Si queremos definir
el concepto de arché en la filosofía presocrática tenemos que hacerlo
de diferentes modos, así:
El arché es
el origen del que provienen todos todas las cosas.
El arché es
el sustrato (material) común que tienen todas las cosas más allá
de las diferencias.
El arché es
la causa de todos los cambios.
El arché es
el fin que rige todos los cambios.
Por tanto, la noción de physis remite al
principio o arché en cuanto origen, sustrato, causa y fin de todos los
seres (naturaleza). La respuesta a la pregunta sobre la posibilidad de que una
única realidad o sustancia (o varias) sea capaz de ejercer todas estas
funciones tendrá como resultado los diferentes modelos de
explicación racional de la filosofía presocrática.
2. Etapas de la filosofía presocrática.
Periodo
|
Corriente
|
Filósofos
|
Arché
|
Características
|
||
Sig.VII-VI a. C.
|
Los
Jonios o Milesios
|
Tales de Mileto.
|
Agua
|
-
Introduce la Matemáticas.
-
La Tierra como disco plano flotando en el mar cósmico.
-
Hilozoísmo
|
||
Anaximandro.
|
Apeiron
|
Eterno
Retorno
|
||||
Anaxímenes.
|
Aire
|
Eterno
Retorno
|
||||
Sig.
VI a. C.
|
Pitagóricos
|
Pitágoras
de Samos.
Se
establece en Crotona (Magna Grecia)
|
Número.
La
proporción matemática.
|
-
Influyen en Platón.
-
Dualismo Antropológico.
-
Ética Ascética.
|
||
Sig.
VI a. C.
|
Metafísicos
|
Parménides
de Elea
|
Ser
inmóvil
|
-
Ser: no cambia, eterno y es uno.
-
Las características del “Mundo de las Ideas” platónico.
|
||
Heráclito
de Éfeso. Jonia
|
Ser
móvil
|
-
Ser: cambio, múltiple
-
Las características del “Mundo sensible” platónico.
|
||||
Sig.
VI-V a. C.
|
Pluralistas.
Mecanicistas:
En la naturaleza todo es materia y movimiento, no tiene ningún fin, ni está
orientada por nada exterior a la physis misma
|
Empédocles
de Agrigento.
|
Los
cuatro elementos, o raíces de todo: agua, tierra, fuego y aire
|
Estas
raíces son cualitativamente iguales e inmutables. Noción de elemento:
entendido como algo cualitativamente inmutable e intransformable.
Aquello
que determina que estos principios se unan y se separen son dos fuerzas a las
que denomina Amor (Afrodita o philía) y Odio (Neikos), respectivamente
|
||
Anaxágoras de Clazómenas,
cerca de Esmirna.
|
Spérmata.
Que Aristóteles llamó: Homeomerías. Semillas: pequeñas e infinitamente
divisibles
|
Divide
la naturaleza en materia y caos. El caos no es material. Del caos se pasa a
un cosmos gracias a la intervención del nous, independiente de la materia.
|
||||
Atomistas
|
Leucipo
|
Átomos
|
Introduce
el concepto de vacío.
|
|||
Demócrito
de Abdera (Tracia)
|
|
Define
el vacío como “no-ser”: que explica la multiplicidad y el cambio.
|
||||
2.1.
La Filosofía Jonia.
2.1.1. Características principales de la Filosofía
Jonia.
La Filosofía Jonia se va a caracterizar por
el inicio en la pregunta por el arché. La principal
característica del arché de los Jonios es que va a ser algo material.
Los principales pensadores Jonios son: Tales de Mileto, Anaximandro,
Anaxímenes. Estos primeros filósofos tienen, además, las siguientes
características:
1. La realidad
no puede proceder de la no-realidad. La physis ha
de tener su origen en sí misma (explicación racional) excluyendo toda fuerza
externa a ella (explicación mítica).
2. La
naturaleza es considerada como una totalidad: intentan encontrar
la unidad que garantiza el orden del universo más
allá de las apariencias. La mirada de los primeros filósofos jonios abarca por
vez primera la totalidad del universo.
3. La
naturaleza es entendida como el fondo universal de donde nace y
proviene todo. Este nacimiento es entendido como un gran acto vital (hilozoísmo:
la physis como materia animada por sí misma).
4. Los
primeros filósofos jonios son monistas: admiten un único
principio o arché común a todos los seres, del cual nacen y al cual
vuelven cuando mueren.
5. Las
características del arché de los Jonios son: uno, único,
material, espacial, mutable y eterno.
2.1.2. Tales de Mileto.
Según
cuenta la tradición era comerciante y viajero. En Egipto adquirió probablemente
sus conocimientos geométricos y cosmológicos. Por ejemplo, la predicción de un
eclipse le granjeó un gran prestigio entre sus contemporáneos, fue considerado
uno de los siete sabios de Grecia (1 Siete
sabios de Grecia, también
conocidos como los siete sensatos. Eruditos griegos que vivieron
entre los siglos VII y VI a.C. y que se interesaron por la ciencia, la
filosofía y la política. Aunque sus identidades difieren según las diferentes
versiones, los nombres que suelen aparecer con mayor frecuencia son Bías de
Priene, Quilón de Esparta, Cleóbulo de Lindos, Periandro de Corinto, Pítaco de
Mitilene, Solón de Atenas y Tales de Mileto.)
Según
Tales, todas las cosas provienen del agua. El agua será la causa
natural de todas las cosas, seria también la sustancia o
fundamento común de todas las cosas, y en última instancia todas las cosas
volverán a ser agua. En definitiva, para Tales, el agua es el arché.
Según cuenta la tradición esta idea probablemente se le ocurrió observando los
fósiles del Nilo.
Otra
de sus teorías es que la Tierra es un disco plano,
y flota en el gran mar cósmico (agua como arché). Por último ha que destacar el
hilozoísmo, según Tales la materia hyle está viva zoe,
por tanto el agua sería el principio de vida. El hilozoísmo es una
característica común a todos los filósofos jonios.
2.1.3. Anaximandro.
Para Anaximandro, el principio de todas las cosas es
el apeiron (infinito), en oposición al agua de Tales. En efecto,
si, como creía Tales, todas las cosas surgen del agua y la humedad, ¿cómo
explicar la existencia de lo seco, de lo cálido, del fuego mismo? El agua es
sólo una de las sustancias materiales que vemos, pero no la única. Para
Anaximandro, tiene que haber algo por debajo del agua y más fundamental que
ella, que sea el verdadero origen de todas las cosas y el substrato de todos
los cambios. Este algo, difícil de caracterizar, es la materia en general
previa a sus determinaciones y limitaciones concretas, es lo indeterminado
e ilimitado, es el apeiron.
Según Anaximadro, el apeiron se movería en
un proceso cosmogónico con dos sentidos:
Primero un
proceso de separación y diversificación.
Segundo un
proceso de vuelta al Uno.
Estos
dos movimientos se repiten cíclicamente en el Eterno Retorno de
lo mismo. Para los griegos el universo no tienen un origen en el tiempo, no ha
sido creado, es material y la materia es eterna. La concepción lineal del
tiempo no surge hasta el Cristianismo.
2.1.4. Anaxímenes.
Anaxímenes, como Tales, va a permanecer prisionero del
mundo de lo visible estableciendo como arché o principio
de todas las cosas el aire, de esta manera se distancia de su
predecesor Anaximandro. Sin embargo, esta solución satisfacía, en apariencia,
las exigencias del pensamiento de Anaximandro: el aire no tenía límites.
De esta teoría Anaxímenes concluye que del aire
(unidad sustancial) brotan todas las cosas por condensación y rarefacción:
Por rarefacción
(dilatación) se origina del aire el fuego.
Por condensación
se origina del aire, y de forma gradual, primero el viento, luego las
nubes, la tierra, las piedras.
Después todo vuelve a la unidad originaria en la que
todo vuelve a ser aire. En definitiva Anaxímenes acepta también el Eterno
Retorno, al igual que Anaximandro, como proceso de separación y de
vuelta a la unidad.
2.2. Los Pitagóricos.
Esta
escuela filosófica se sitúa en las colonias griegas del sur de Italia, la
llamada Magna Grecia. Su teoría sobre el arché supone un gran avance sobre las
teorías Jonias: identifican el arché con los números o proporciones y
leyes matemáticas (son los autores más próximos a la física moderna,
que entiende que el mundo es un libro escrito en lenguaje matemático –Galileo-)
La concepción Pitagórica de las matemáticas está
influenciada por el misticismo de carácter órfico. El orfismo es
una religión sectaria que tenía como finalidad la salvación y purificación
del alma. Así, esta secta abogará por una vida ascética
además de la realización de ritos purificatorios.
Debido
a la influencia del misticismo órfico, los Pitagóricos conciben las matemáticas
(aritmética-geometría) como un camino de salvación y purificación
moral. Para los Pitagóricos la realidad es perfecta, pero esta
perfección sólo es accesible a unas mentes privilegiadas: el conocimiento de
las matemáticas será la puerta de acceso a esta realidad perfecta.
Los pitagóricos conciben la naturaleza a
partir de las relaciones numéricas, siendo el número el principio
(arché) y materia de todas las cosas. Para los pitagóricos la naturaleza
es un todo ordenado, un cosmos ordenado por relaciones numéricas:
la naturaleza es mezcla de unidad y multiplicidad, de lo finito y de lo
infinito, pues todo está regido por los principios del límite y lo ilimitado
que rigen los números. Así los Pitagóricos son los autores más próximos a la
física moderna, que entiende que el mundo es un libro escrito en lenguaje
matemático – Galileo -.
Por
tanto, Pitágoras llevó a las matemáticas más allá
de las necesidades de los comerciantes, convirtiendo lo que los egipcios y
babilonios era un cuerpo de recursos empíricos en una auténtica ciencia
demostrativa de carácter místico-filosófico.
Respecto
a la antropología se caracterizan por el dualismo, dividen al ser
humano en dos sustancias independientes:
El cuerpo (soma)
es mortal e impuro, vive esclavizado por sus necesidades
materiales.
El alma (psique)
es la parte pura del hombre, está destinada al saber y al
conocimiento, pero vive temporalmente aprisionada por el cuerpo.
Este
dualismo antropológico va a influir claramente en la filosofía platónica.
Respecto
a la ética van a defender la reencarnación y el ascetismo como
forma de liberación de la corporeidad. Esta idea también tendrá una gran
influencia en Platón.
Respecto
a la astronomía defendían que el centro del universo era un gran
fuego, algunos autores interpretan que se referían al Sol como centro del
sistema.
2.3.
El pensamiento metafísico de Heráclito y Parménides.
Estos
filósofos tienen en común que identifican el arché con el concepto más
abstracto posible, con el “Ser”. Lo que tienen en común todas las
cosas, al margen de las diferencias, es que “son”. Por otra parte van a
entender el “Ser” en dos sentidos diferentes:
Heráclito entenderá el ser en un sentido dinámico: todo es cambio.
Parménides entenderá el ser en un sentido estático: nada
cambia, el cambio es sólo apariencia.
2.3.1. Heráclito de Éfeso.
La
máxima más conocida de Heráclito es panta rei, todo fluye.
Así, para Heráclito nunca podremos bañarnos dos veces en el mismo río.
En
el universo todo se rige por la tensión o lucha entre contrarios,
esta tensión genera el movimiento o el cambio. A esta tensión
entre contrarios (día-noche, guerra-paz) alude Heráclito con la metáfora del fuego:
cuando Heráclito afirma que el fuego es el arché, no hay que entender que el
fuego es un elemento material en el sentido de los Jonios, sino que es una
metáfora que representa la lucha de contrarios.
Sin
embargo, la lucha de contrarios, la tensión que caracteriza a la naturaleza, no
significa que triunfe el caos en la naturaleza, el devenir no es irracional ni
caótico. Este devenir se realiza de acuerdo con ciertas leyes que podemos llamar
logos o razón universal. El Logos constituye el verdadero
principio explicativo de la realidad.
Según
Heráclito el hombre puede llegar a conocer el logos o la razón universal basándose
en la observación atenta de la naturaleza. Esto es importante
porque se trata de otra diferencia con Parménides que sólo da validez al
conocimiento racional, no al conocimiento sensible.
El
pensamiento de Heráclito admite un proceso cosmológico, similar
al de Anaximandro y Anaxímenes, de separación y de vuelta a la unidad. El
universo se mueve, según Heráclito, siguiendo dos fuerzas contrarias que son la
armonía y la discordia. Posteriormente, Empédocles hablará del
amor y del odio.
2.3.2. Parménides de Élea.
En
su poema Peri fiseos nos propone que para acceder al conocimiento
existen dos vías:
La vía de
la opinión es la vía de los sentidos que nos dicen que
las cosas cambian y que son múltiples. Por tanto el ser, a la vez, es y no es.
Esta afirmación es contradictoria y no la debemos admitir.
La vía de
la verdad es la vía de la ciencia, que nos dice que el
cambio es mera apariencia y que el ser se reduce a la unidad. Esta vía se basa
en la afirmación incuestionable de que el ser es y no puede no ser.
Esta
vía de la razón nos lleva a una concepción del ser inmovilista y monista (todo
es reductible a la unidad).
El
error de Parménides está en considerar el no-ser como lo
contrario al ser; el no ser es diferente al ser: “ser viejo” no es lo contrario
a “ser joven”, simplemente es diferente a ser joven, por eso el cambio es
posible.
Herencia
Presocrática: Heráclito y Parménides
|
Platón
|
||
Ser
|
Heráclito
|
Cambio
|
Apariencia
|
Múltiple
|
Apariencia
|
||
Parménides
|
Estático
|
Realidad
|
|
Uno
|
Realidad
|
2.4.
Los Pluralistas.
Los
Pluralistas son un grupo de pensadores heterogéneo, siglos VI y V a.C, que se
caracterizan por abandonar el planteamiento metafísico de
Heráclito y Parménides, intentado devolver a la filosofía el planteamiento físico
que tuvo en sus inicios. Por otra parte intentan conciliar todas las
teorías anteriores, de ahí su planteamiento sincrético.
Las
soluciones para explicar el problema central del cambio tienen en
común su interpretación de la materia como un conjunto de
partículas eternas (Parménides), que se combinan entre sí de forma diferente
(Heráclito)
2.4.1 Características generales de los Pluralistas.
Defienden que el arché
es múltiple, no hay un único arché sino varios.
Es un intento de
conciliación de varias teorías anteriores, van a intentar sintetizar las
teorías de Heráclito y Parménides, explicando el cambio a partir de
partículas eternas que no cambian.
El escepticismo
gnoseológico: mantenerse siempre en la duda. La filosofía anterior no
se planteaba ninguna duda sobre nuestras posibilidades para conocer la
realidad. El mundo es un cosmos y el ser humano pertenece a este orden, por
tanto puede conocerlo. También, a diferencia de los pensadores anteriores,
creen en el azar.
El materialismo
mecanicista: en el universo todo es materia que se rige por leyes que
son parte de la materia. Cuando los Pluralistas nos hablan de principios como
el Nous hay que entenderlos en un sentido material.
2.4.2. Empédocles.
Intenta
conciliar en su Física a Heráclito y a Parménides. De Parménides,
va a tomar la teoría de que la materia es eterna, afirmando que no es posible
que nada surja de la nada y desaparezca en la nada. De Heráclito va
a tomar la multiplicidad del ser afirmando que existen cuatro principios o archés,
que son los cuatro elementos de la naturaleza: aire, tierra, fuego y agua.
Estos cuatro principios los va a llamar rizomas o raíces del Ser.
De Heráclito
va a tomar también la universalidad del cambio,
entendiendo por cambio las diferencias que se dan en las proporciones con que
se combinan los rizomas. Como conclusión, el cambio para Empédocles sería el
movimiento de las partículas inmutables.
Empédocles
va a hablar de dos fuerzas cósmicas que mueven el mundo: el amor
y el odio. En el universo habría dos momentos de
equilibrio, en los que las fuerzas del amor y del odio se mantendrían equilibradas,
y habría también dos momentos en los que el Amor (principio de unidad y de
armonía) o el Odio (principio de multiplicidad y desorden) se impusieran.
Respecto
a la gnoseología, Empédocles parte del supuesto de que sólo lo
semejante conoce a lo semejante: en la sangre se encuentran mezclados
los cuatro elementos, y mediante ellos, conocemos los diferentes cuerpos
compuestos también por los cuatro elementos.
2.4.3. Anaxágoras.
Toma
de Parménides el supuesto de que de la nada nada puede salir, es
decir, la materia es eterna. De Heráclito va a
tomar la pluralidad de las realidades existentes, interpretando
el cambio como variación de proporciones en las que se combinan las primeras
partículas inmutables. A estas primeras partículas las va a llamar Spérmata.
Aristóteles, refiriéndose a Anaxágoras, las llamará Homeomerías.
Estas partículas serían diferentes, hay homeomerías de todos los cuerpos, a
diferencia de Empédocles que admitía sólo cuatro raíces del ser.
Se
ha pretendido ver en Anaxágoras la primera teoría que admite el dualismo
cósmico: nos habla, por un lado, de la materia y, por
otro, de una inteligencia rectora del universo y con voluntad. A esta
Inteligencia la denomina Nous. El Nous sería autónomo,
libre y lo sabría todo (omnisciente). Algunos autores piensan que el Nous es
un antecedente del Motor Inmóvil de Aristóteles, que también
tenía inteligencia. Hay que decir que otros autores niegan este dualismo; todos
los pluralistas serían mecanicistas.
2.4.4. Los Atomistas: Demócrito y Leucipo.
Los
Atomistas se diferencian de los otros pluralistas porque para ellos las
primeras partículas son cualitativamente iguales; mientras que
para Empédocles y Anaxágoras eran diferentes (los cuatro rizomas de Empédocles,
las infinitas homeomerías de Anaxágoras). Por eso los atomistas no pueden
explicar el cambio como diferencia en las proporciones con las que se
combinan las diferentes partículas, porque para ellos los átomos son iguales.
2.4.4.1. Demócrito.
El arché
son los átomos, pequeñas partículas indivisibles, cualitativamente
idénticas y cuantitativamente diferentes. Estas partículas estarían en el vacío
y un movimiento connatural (torbellino cósmico) las llevaría a unirse,
dando lugar a los diferentes cuerpos. Demócrito es mecanicista:
las primeras partículas se ordenan por los impulsos del torbellino cósmico; por
tanto todo es materia y movimiento.
2.4.4.2. Leucipo.
A
diferencia de Parménides, admite el no-ser como posibilidad para
el movimiento de las partículas, admite el vacío. Las diferencias
entre los cuerpos se explicarían por los cambios de posición de los átomos en
su caída en el vacío. Las principales aportaciones de Leucipo
son:
Es el primer
pensador en diferenciar cualidades primarias y cualidades
secundarias de los cuerpos. Las cualidades primarias serían mensurables
y son objetivas. Las cualidades secundarias son las que captamos con los
sentidos, serían subjetivas.
El concepto de ley
natural. El cambio se explica desde leyes necesarias que provienen de
la materia y que no son de carácter espiritual.
Es el primer
pensador que utiliza un concepto semejante al de percepción: para
él conocer es captar los átomos de los cuerpos por su influjo en nuestra alma
corporal.
3. Las
influencias de los Presocráticos en Platón.
Los Pitagóricos
influyen en Platón con su antropología que se caracteriza
por el dualismo: el ser humano se divide en dos sustancias, el cuerpo y el
alma.
También
influirá en Platón la ética de los Pitagóricos, pues entienden la
existencia como un proceso de purificación mediante la ascesis.
Heráclito también influye en Platón. Para Heráclito, como en el
mundo sensible de Platón, todo en la naturaleza está en continuo cambio.
Mientras que el Mundo de la Ideas de Platón tendrá las características del ser
de Parménides (Uno e inmutable): el pensamiento platónico se basa
en una concepción jerárquica del conocimiento y de la realidad. Las realidades
inferiores tendrán las características del ser de Heráclito. Por otro lado, las
realidades superiores a las que llama el Mundo de las Ideas, tendrán las
características del ser de Parménides.
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