ORTEGA Y GASSET
El hombre, a diferencia del resto de
los seres vivos, no tiene una naturaleza fijada. Mientras el tigre es siempre
tigre, intercambiable por cualquier otro, el hombre no es siempre hombre de la
misma manera.
En esto consiste el que el hombre sea
libre. Libertad implica una elección forzosa entre las posibilidades. Por lo
tanto, sólo podremos entender algo de la vida humana si comprendemos la
historia en la que está inmerso; pues, si el hombre no está sujeto por su
instinto como animal, sí lo está en cambio (y dentro de ciertos límites) por su
circunstancia histórica.
Frente
al realismo que privilegia la cosa en sí, o al idealismo que privilegia la
conciencia, Ortega intenta una nueva actitud que no presuponga esta escisión.
Esta nueva actitud queda formulada en la expresión "Yo soy yo y mi
circunstancia". "Circunstancia" es el mundo en el que vivo en
tanto que me constituye, pero al mismo tiempo dicho mundo sólo es tal para mí.
El yo y la circunstancia, no son por
tanto, separables. No se puede indicar dónde acaba el mundo y dónde empieza el
yo. A esta relación inicial yo-mundo, la llama también vida, en tanto que vivir
es tratar con el mundo, actuar en él, ocuparse de él. Esta relación inicial es
la realidad radical, el tipo de realidad a partir del cual se fundamentan todas
las demás.
A partir de ahí Ortega intenta hacer
explícitas las "categorías" de la razón vital que han de sustituir a
las meras categorías del entendimiento, de la razón pura
Las categorías de la vida, aquéllas que
estructuran la vida humana y que permiten explicarla, son:
1. Encontrarse: la vida humana es, de
entrada un "estar ahí".
2. Ocuparse: el hombre, como ya hemos
indicado, es acción, drama. Esta acción se da en una relación yo-mundo.
Lo contrario del ocuparse es la "despreocupación", el dejarse
arrastrar, entregarse a las costumbres (que es también una forma de ocuparse).
3. Perspectiva: mi vida es relación
particular con el mundo.
4. Libertad y proyecto: la libertad da
un carácter problemático a mi vida. La vida no es una realidad acabada, es algo
que tengo que hacer. Puesto que el hombre es forzadamente libre, el mundo está
abierto a múltiples posibilidades.
5. Circunstancia: pero aunque el hombre
es libre, su libertad no es pura indeterminación, pues el hombre no es una pura
conciencia, sino una conciencia determinada por las circunstancias que le
imponen una determinación relativa a su libertad, y que le dan un sustrato a
ésta sobre el que ejercerse.
6. Temporalidad: la vida es proyecto,
futurización. El ser es dinámico, está en movimiento continuo. Esta categoría
hace a la vida radicalmente histórica.
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