lunes, 13 de febrero de 2017

VOCABULARIO POLÍTICO.

Absolutismo: Principio político según el cual la persona que ejerce el poder no está sujeta a ningún control;  su autoridad es absoluta, ilimitada. Para algunos representantes de esta teoría, la autoridad tiene su origen trascendente, divino. Prevaleció en Europa, sobre todo, entre los siglos XV y XVIII. Según el absolutismo el monarca no era responsable de nada de lo que hiciera. Estaba por encima de las leyes. Todo cuanto hiciera estaba autorizado a priori por los súbditos en virtud del contrato social. Teóricos destacados dos puntos Maquiavelo, Hobbes, Bobino, Bossuet…

Totalitarismo: Se dice del régimen político que ejerce fuerte intervención en todos los órdenes sociales de la vida de los individuos de una sociedad. Ejemplo fascismo y nazismo

Fascismo: Doctrina política de carácter nacionalista y totalitario cuyo principal teórico fue Benito Mussolini El nombre se deriva de la palabra italiana “fascio” que significa haz, y que en la antigua Roma era el emblema que precedía a los cónsules. El conjunto de varas de madera formando un haz, símbolo de la fuerza que da la unión. El fascismo más que principios teóricos tiene un conjunto de principios de acción, es más bien una técnica de poder. Su lenguaje es vanguardista, pero sus instituciones son tradicionalistas. Trata de revivir épocas gloriosas pasadas y tiene todo un ceremonial público de grandes epopeyas. El Estado es sumamente poderoso y tiene como lema: “Todo dentro del Estado, nada fuera del Estado, nada en contra del Estado. Defiende el elitismo económico y social y sostiene ideas mesiánicas. Es militarista. Sus estructuras son rígidas y con autoridades altamente centralizadas. Ve la sociedad como una gran familia y al caudillo como al padre. La sociedad está organizada a base de corporaciones: Estado corporativo

Nazismo: Teoría y práctica de las doctrinas sostenidas por Adolfo Hitler, en que combinan nacionalismo y expresiones socialistas. Hitler se inspiró en las ideas fascistas de Mussolini. El nacionalsocialismo mezcló teorías racistas y proyectos de reformas sociales. Sostenía que la raza aria era la única raza pura, a la que pertenecían los alemanes. Practicaba el antisemitismo y culpaba a los judíos de todos los males que sufría la humanidad. No creía en la democracia. Era elitista. Para Hitler el Estado tiene un carácter de organización al servicio de un fin, que es el mantenimiento y el desenvolvimiento de una comunidad de seres humanos de la misma especie, tanto en lo físico como en lo moral. Internamente el Estado debe proteger y vigilar para que se mantenga la pureza de la sangre de la comunidad, y externamente, velar por que haya un espacio vital suficiente y que se lleve a cabo la dominación “natural” de la llamada raza aria. Dos poderosos auxiliares del Estado deben ser: la propaganda, dirigida a las masas, y la educación, dirigida a los individuos.

Tecnocracia: Gobierno en manos de los técnicos. Intervención de los técnicos en las funciones de gobierno de un Estado. En un régimen basado en la preeminencia de los especialistas, tales como economistas, ingenieros, físicos, etcétera, que hacen las determinaciones políticas. En la tecnocracia, por tanto, el poder político es ejercido por los técnicos y empresarios, es decir, por quienes ostentan el poder de la industria, las finanzas, la administración, por los altos funcionarios de los servicios públicos, sin exceptuar el ejército.

Democracia: etimológicamente tiene sus bases en el antiguo griego y se forma con los vocablos “demos”, que se traduce como “pueblo”, y “Kratós”, que puede entenderse como “poder” o “gobierno”. La noción comenzó a ser empleada en el siglo V antes de Cristo en Atenas.
Existen varios tipos de democracias. Cuando las decisiones se adoptan en forma directa por el pueblo, se habla de democracia directa o pura. Una democracia indirecta o representativa hace referencia al sistema donde las decisiones son tomadas por aquellas personas a los que el pueblo reconoce como sus representantes legítimos, los cuales son elegidos a través de un sufragio por todos los ciudadanos. Y estamos frente a una democracia participativa cuando el modelo político permite que los ciudadanos se organicen para ejercer influencia directa sobre las decisiones públicas.

La forma más común en la que se ejerce la democracia hoy en día son sistemas representativos, los cuales pueden ser presidencialistas (con un poder ejecutivo con una cabeza bien definida, como es el caso de las repúblicas con presidente, al cual lo ayudan ministros y secretarios), parlamentarios (un grupo de personas forman el parlamento en torno al cual gira las decisiones de gobierno existe presidente pero tiene poderes restringidos) y sistemas colegiados (una combinación entre sistemas parlamentarios y presidencialistas, donde el poder ejecutivo lo integran varias personas escogidas por el arlamento los cuales van turnándose el cargo de presidentes).


Anarquismo: Doctrina que trata de que se establezca una organización social basada en los acuerdos privados entre todos los miembros de la sociedad. De acuerdo con esta doctrina, debe desaparecer todo tipo de autoridad política, tanto del Estado como su función característica que es el gobierno. La asociación de los hombres debe ser completamente libre. Dentro del anarquismo hay dos corrientes una individualista que no busca la eliminación de la propiedad privada y otra colectivista que exige la propiedad común.

Anarquismo individualista: corriente impulsada por Max Stirner y por Pedro José Proudhon. Según Stirner, todo lo que sea ajeno al individuo es una cortapisa o una coacción a su realización plena. Preconiza una “asociación de los egoístas”. El yo, decía, rechaza toda ley que no sea la de su propio capricho y de cualquier otro fin que no sea él mismo. Proudhon por su parte esgrimía razones colectivistas para consagrar derechos individuales y a la comunidad la asignaba un papel de proteger la igualdad individual.

Anarquismo colectivista: los principales impulsores de esta corriente fueron Miguel Bakunin y Pedro Kropotkin. Los principales características de ésta son: Persigue destruir toda autoridad coercitiva, exige la propiedad común, cree en la felicidad de toda la comunidad, basada en la asociación voluntaria y en la ayuda mutua, desarrollada en alto grado; parte de que el hombre posee una bondad natural que ha sido tergiversada a través de la historia; preconiza la transformación del orden natural mediante la revolución; sostiene que los obreros controlen directamente la industria y la agricultura, sin la intervención de ninguna institución con poder, como el Estado o cualquier otra; la vida social debe estar regida por compromisos de cada uno con cada uno, establecidos espontáneamente como verdadero contrato social.

Comunismo sistema económico y social que se instaura cuando culmina el proceso socialista revolucionario marxista. Marx en El Capital analiza la economía capitalista, comienza con un análisis de la mercancía. Llamamos mercancía a cualquier cosa que es elaborada con vistas a su intercambio por cualquier otra. Toda mercancía tiene un valor de uso y un valor de cambio.
El valor de uso es el que tiene en virtud de sus "cualidades” específicas (así la harina, la tela, un coche, unos zapatos) que permiten satisfacer determinadas necesidades. 
El valor de cambio es el valor común a diverso tipo de mercancías y que permite cambiar unas por otras. Este valor es puramente cuantitativo, lo que permite, para facilitar los intercambios, medirlo en dinero. El valor de cambio es el valor social de un producto medido en horas/hombre necesarias para producirlo. La medida se hace por lo necesario para producirlo dada la situación de desarrollo social en ese momento
Dado que en la sociedad capitalista todo tiende a convertirse en mercancía, la fuerza de trabajo de cada trabajador acaba también convertida en mercancía. Si bien, en una mercancía muy especial, ya que es la que permite la producción de mercancías. El valor de cambio de esta mercancía se determina como el de cualquier otra, por el valor en horas/hombre del trabajo necesario para producir todo tipo de cosas que mantengan al trabajador y a su familia con vida y en condiciones de seguir produciendo. Ahora bien, el valor que produce el trabajador para el capitalista y el que éste le paga (lo necesario para su automantenimiento) son diferentes, y en esto radica la ganancia del capitalista. A esa diferencia llama Marx plusvalía. La plusvalía es la diferencia que hay entre lo que cuesta en cantidad de trabajo mantener al propio trabajador en condiciones de trabajar y lo que cuesta lo que éste produce. Este segundo valor es siempre mayor que el primero. La diferencia (que será tanto mayor cuanto más y mejor sea la organización social del trabajo) es apropiada por el capitalista, de donde saca ganancia (a costa de la explotación del trabajo del trabajador). 
La propia lógica del desarrollo del capitalismo será la que produzca las condiciones para su superación. En efecto, el capitalista necesita competir con sus mercancías en el mercado. Para hacerlo en condiciones ventajosas necesita acelerar la producción (con una producción cada vez a mayor escala, con mayor inversión en tecnología, etc.). Este desarrollo de la producción produce los siguientes efectos: (1) por un lado una concentración de capital en cada vez menos manos (la pequeña burguesía y los pequeños empresarios incapaces de competir acabarán arruinados y pasarán a engrosar las filas del proletariado). (2) Por otro, una sociedad cada vez más organizada y centralizada. Pues bien, llegará un momento en que esa sociedad ya perfectamente organizada podrá prescindir de la minoría dueña del capital, con una simple revolución (esa organización impuesta por las necesidades del sistema capitalista pasará a ser autoorganización). Ésta será la batalla definitiva en la lucha de clases, ya que, al ser ahora la inmensa mayoría de la población la que toma el poder en sus manos, no hay lugar para otra división en poseedores y desposeídos.
Los seguidores de Marx sostenían que todo poder político está siempre al servicio de una clase dominante, incluso el de las sociedades liberales y democráticas. Por ello, propugnaban:
1. La toma de poder del Estado por una vanguardia obrera que instaura­se una dictadura del proletariado.
2. Socializar los medios de producción (que pasarían a ser gestionados por el Estado).
3. Eliminar la propiedad privada, causa de las desigualdades sociales y de la explotación. Etapa socialista.
4. Finalmente, instauración del comunismo, que conlleva la destrucción del propio Estado (la sociedad, en la que ya no existiría la propiedad privada y, por lo tanto, la desigualdad entre clases, se organizaría ella sola). Puesta en practica del principio de “cada uno según sus posibilidades a cada uno según sus necesidades”
La revolución de 1917, que convirtió a Rusia en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (y la oleada de revoluciones que le siguieron en el Este de Europa, China, Cuba, etc.) se hizo siguiendo los plantea­mientos de Marx y Engels.

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